Daniel Díaz
Paraguay
Nació en Asunción en 1972. Estudió Artes Plásticas en la Escuela Superior de Bellas Artes de la capital paraguaya, y Fotografía en blanco y negro en el Estudio 4x5.
Incursionó en el mundo de la escultura, al estudiar con maestros como Javier Guggiari el bronce en la técnica de cera perdida y con Hugo Pistelli, escultura en madera.
Ha participado en exposiciones colectivas con alumnos de la Escuela de Bellas Artes, en el tercer Salón de Arte Joven Fotografía Contemporánea y en la Galería, El Foro con "Fotografía Urbana".
Se trata de un artista emergente quien resultó ganador en el concurso Nacional de Escultura convocado para elegir al representante de Paraguay en esta muestra.
ILAFA 48 es su primera exposición colectiva en escultura.
ENTREVISTA
El caso de Díaz es especial. Debido a la increíble repercusión que tuvo en el Paraguay la participación del artistas Sebastián Guggiari en la exposición que la Fundación Villacero organizó en Santiago de Chile, en ese país se lanzó una convocatoria a nivel de estado,
un concurso nacional de la escultura.El ganador fue Daniel, y es, claramente, un ejemplo de
lo que podríamos llamar ‘‘un artista emergente.’’ Se presentaron trece propuestas
y la de este joven escultor nacido en Asunción y estudiante del idioma chino, fue la elegida Comprenderán que para un artistas que jamás ha realizado una exposición.
El participar con algunos monstruos sagrados de la escultura en acero del mundo, lo tiene bastante mareado y asustado.Para la Fundación Villacero es muy grato, porque uno de los objetivos de este proyectos es, precisamente, descubrir nuestros talentos y darles la posibilidad de mostrar sus obras al mundo, apoyando a los artistas emergentes.
Daniel, tu caso es un caso muy particular, digo, porque eres una artistas emergente y como tal surgiste de un concurso de escultura y para la sorpresa de todos, jamás habías hecho una escultura en acero.¿Cómo surge la idea de hacer esa primera pieza y presentarla en el concurso nacional de escultura de Paraguay?
Y bueno, nace a partir de una inquietud mía para expresarme tridimensionalmente, ya que mi fuerte es la fotografía. Quise, con esta posibilidad, trasponer el plano, la biodimensionalidad y empezar a crear volumen, escultura en hierro. Así que de bote pronto me decidí y participé. Lo que hice fue algo que había trabajado en fotografía y que son mis sueños.
¿Tus sueños?
Sí, yo materializo lo que veo en mis sueños.Debo confesarte de que no tenía ni idea de la técnica; es más, desconocía totalmente lo que era una soldadora, un soplete, un esmeril y el trabajo en sí en acero, pero busqué orientación para hacerla y fui aprendiendo con esa pieza, mi primera pieza.
¿Y cuando te enteraste de que habías ganado?
Bueno, fue una sorpresa total y hasta este momento no estoy dimensionando la situación.
A veces la realidad nos viene de sorpresa y nos quedamos un tiempo con la boca abierta, pero ya tendrás la oportunidad de comprobar de que esto que te pasó, no es un sueño.¿Cuál es tu formación?
Estudié en la Escuela de Artes Pláticas de Asunción, donde estuve en contacto con otros artistas como Mayte Zaldívar, Hugo Pistilli y Vicente Dure.Como que mi inclinación artística la sentí a través de la pintura, pero después me metí de lleno a la fotografía, porque con la pintura no reflejaba lo que yo quería dar a entender; luego, me incliné hacia la instalación.
¿Que edad tienes?
Treinta y cuatro años.
¿Dónde naciste?
En el Barrio Obrero de Asunción.
¿Qué hace tu papá, tu mamá, de dónde sale tu talento como artistas?
Mi papá tiene una despensa, mi madre es todita y creo que todo viene de ella ya que borda maravillosamente bien y hace unos vestidos bien complicados. De pequeño siempre mi cuñado solía decir, ‘‘si éste no sale un gran artista, va a salir un gran loco’’ (ríe).
¿Tienes hijos?
No, aún, no; ni siquiera estoy casado.
Veo que en tus piezas utilizas plumas, ¿qué quieres transmitir con ello?
Esa pluma, hablando particularmente de la pieza que ganó el concurso de escultura, que está en el centro de la pieza, sería la inocencia, la niñez. Todos tenemos en nuestro interior algo dude niño, esa representación le doy; el resto, que como podés ver es bastante agresivo y que está lleno de clavos en un entorno de acero, sería como la experiencias de la vida que quieren amenazan a esa inocencia o mejor dicho, que nos hacen perder la inocencia.
¿Cuándo niño te hacías tus propios juguetes?
Sí, claro.Armaba robots y usaba mucho el hierro, la madera y la arena.De todo un poco.
Me cuentan que eres un ciclista de los buenos y que sales con frecuencia a pedalear cientos kilómetros, ¿por qué el ciclismo?
El ciclismo me da libertad, me da un espacio de soledad que me ayuda a encontrarme conmigo mismo y me alejo del cemento, el ruido y desafío mi capacidad de resistencia física. Es una forma de encontrarme.
¿Qué te dice el nombre de Hermann Guggiari?
Bueno, hablar de ese hombre de ochenta y tres años aquí en Paraguay es lo máximo, es como un Dios de la escultura.
¿Cuándo fue que conociste su obra?
Fue una vez que venía caminando por el Parque de los Artistas y me encontré con un pájaro de acero a punto de despegar, que en esa oportunidad no supe si estaba terminado o no. Me impactó, me marcó para siempre.Tal vez inconscientemente estoy ahora sacando parte de lo que sentí en ese momento.
¿Qué te parece esta idea de que hayas sido invitado a la exposición por haber sido ganador del concurso?¿Cómo estás asimilando toda esta historia?
Bueno, como te comenté todavía no salgo de mi asombre y creo que es importante cómo la Fundación Villacero va encontrando nuevos valores y poniéndolos al lado de los consagrados.Me parece algo fenomenal, ya que de esa forma potencia ese don que tiene mucha gente adentro y que por diversas circunstancias que la realidad nos impone, no se puede sacar a la luz.
¿Qué esperas de esta exposición?¿Crees que afectará tu futuro como artista?
La verdad es que no sé qué esperar, pero lo que sí te puedo asegurar, es que día a día estoy descubriendo algo relacionado con esta experiencia y me sigo sorprendiendo.
Me dices que no tienes mucho conocimiento en el manejo de las herramientas, pero hoy por hoy ¿cuál es la que más te atrae?
Posiblemente, la soldadora y el martillo, que es lo que más he usado hasta ahora. La primera me ha causado muchos problemas en los ojos…
Bueno, eso le pasó a todos los principiantes…
Sí, acabo de descubrir que no debo soldar sin careta (ríe) .
¿Qué materiales usas?
El acero recuperado, ése que está bien oxidado.También clavos, por alguna razón le meto muchos clavos a mis piezas, no sé de dónde vendrá eso.Me gusta mucho los vetusto.Como te dije, interpreto tridimensionalmente mis sueños.
¿Nos vemos en México, Daniel?
Ahí estaremos, muerto de miedo, pero de ahí estaré (ríe) .