top of page
Ricardo Gonzales.jpg

Nacido en 1955 en Soria, se graduó de bellas artes de la Universidad de Barcelona y a su vez ostenta un título en dibujo y pintura de la Massana School.

 

Tomo varios cursos de doctorado en la Universidad del País Vasco. Recibió las siguientes becas: de 1976 a 1981 la beca de la fundación María Francisca Roviralta y en 1980 en Ministerio de Cultura les concedió la beca “investigación de nuevas avenidas de expresión”.  

 

Se pueden encontrar sus piezas en importantes museos contemporáneos de Madrid e Ibiza en España, así como en Legnica Polonia, Tánger, Marruecos y varias colecciones privadas y organismos públicos.

Ricardo
Gonzáles Gil



España

OBRAS:

Monumento a las Víctimas de Violencia de Género en Logroño de 12 m. de altura; el monumento a Pedro Vivanco en la entrada del Museo Vivanco en Briones;  el memorial al terremoto en El Asnam (Chlef) de Argelia; Al Guarda del parque de la naturaleza de los Yébenes en Toledo; Gorgorito en la Gran Vía Logroñesa; el dinosaurio de Fuentes de Magaña, de 32 m. de largo; el memorial en la Estación de Atocha a las ferroviarias y ferroviarios represaliados en la época franquista, elemento realizado junto al escultor Miguel Ángel Sánchez; a la Fiesta del Pan y el Queso en Quel (La Rioja); al 50 aniversario de la Fiesta de la Vendimia Riojana, en el Palacete del Gobierno; a la Ciudad alemana de Darmstadt, en la Plaza de Darmstadt.

00:00 / 01:04

ENTREVISTA

Ricardo vive en Logroño, la ciudad capital de la famosa región de los vino.La Rioja.Para llegar a ella, hay que descender en el aeropuerto de Bilbao, hacia donde volé directamente de Manchester. Desde el avión, el paisaje se ve hermoso y el día soleado iluminaba la herida ribera de vasca acariciada por el brioso mar. A la salida del aeropuerto me estaba esperando este acerado, dueño de in talento increíble, —tiene como mascota una boa constrictor de dieciséis años de edad — para llevar a la ciudad y mostrarme su trabajo como escultor de años. Tuvo la suerte de ser el artista elegido para documentar la secuencia de obra del Museo de Guggenheim de Bilbao, así que conoce y conoce mucho.Fuma como un descosido y hace paradas de emergía a media mañana en los bares de tapas, para degustar un tinto, combustible elemental para el buen funcionamiento de su cerebro. Menos mal que el Logroño no se van a acabar nunca.Les invité a él y así esposa a almorzar al restaurante de la bodega Marqués del Riscal, diseñada por Frank Gehry, y a los postres, le lancé la primera pregunta.

 

¿Cuándo fue que tuviste el primer encuentro con el acero?

Yo siempre he trabajado con todo tipo de materiales, pero sobre todo con granito, con mármol, con trasvertido, con alabastro y , quizás por la imposibilidad de trabajar el acero cuando cocía en Barcelona, me incliné en un principio en el material pétreo.

Pero todo cambió cuando vine a Logroño hace diecisiete años, y empecé a tomar contacto con el hierro y, bueno, me emocioné con él.Tan manejable, tan dúctil; sobre todo de dónde procede y todas las posibilidades que uno tiene en transformarlo en una obra de arte.

 

O sea que Logroño te dio la posibilidad de trabajar el acero.

Logroño me dio esa posibilidad y así poder dedicarme directamente.Aquí había varias empresas que manipulaban el hierro, que doblaban, que alejaban ese material, lo que en otros sitios me hubiera sido imposible hacer, así que le dí con todo.Imagínate hacer eso en Barcelona. Imposible.

 

¿Cuál fue tu primera pieza en acero? ¿La recuerdas?

La primera pieza que hice en metal fue en bronce y en acero, fue una serie entera, porque sinceramente no recuerdo en este momento cuál fue la primera en acero, pero si empiezo a husmear, tal vez lo recuerde.

 

¿Y tu primera exposición formal?

Mi primera exposición formal en acero fue aquí en Logroño hace seis años.

 

¿Fue una individual?

Fueron tres individuales.

¿Le pones nombre a tus piezas?

Sí, claro, muchas tiene relación con el agua.Tengo una serie que se titula ‘‘Los silencios del agua’’. Algunas tienen también mucha relación con la música, tengo piezas dedicadas a músicos, como a Mingus, por ejemplo, ya que me interesa muchísimo el jazz. Esas series me motivaron mucho, me emocionaron mucho sobre todo la del agua y en una oportunidad se me ocurrió limpiar con disolvente adentro de la escultura y explotó…sí, explotó. Yo salí todo abrasado a la calle sin saber qué había pasado.Algo para recordar (ríe).Me quedé sin cejas.

 

¿Tú tienes una formación académica con la relación del arte, no?

Yo estudió primero en la ciudad de Soria, en una escuela de arte.Después me voy a Barcelona, dónde estudio seis años en una escuela privada que se llama Massana , muy prestigiosa. Luego continúo estudiando y me voy a la universidad y me licencio en Bellas Artes de la Universidad de Barcelona y luego…sigo estudiando y hago mi doctorado en la Universidad de Bilbao, también de Escultura.Este doctorado lo hice en una especie escultura relacionada a través de la motivación de los dibujos, y la primera interacción del niño, esos garabatos traslados a la de arte. Luego empecé arquitectura, pero no pude continuarla, me pareció que había que hincar los codos demasiado, así que mejor me decidí a exprimir la forma.

 

¿De dónde viene toda esta manualidad a la que le haces honor? ¿De tu padre, de tu abuelo?

No, no… de absolutamente nadie.Yo desde niño siempre dibujaba mucho en la escuela y cuando dibujas mucho en la escuela, eres malo para estudiar y me echaron de dos institutos.Quién iba a decir que yo sería luego el director de la escuela de Ibiza y director de la escuela de Logroño. Si cojo a algún Franciscano de esa época le dire: ‘‘¿Tú sabes lo que hiciste conmigo?’’ Pero bueno, después de viente años, considero mi vida como siempre a través de una mujer que es la que te ordena y te lleva por el buen camino, la que hoy es mi actual esposa.

 

¿Cómo se llama?

Carmen.

 

¿O sea, Ricardo, que no hay ningún Gonzales ni ningún Gil en tu historia ancestral, que se haya dedicado al arte?

Nada. Toda mi familia era carnicera.Entonces yo no sé si a lo mejor las chuletas que tienen forma,¡ ja, ja, ja…!, pero absolutamente nada, no hay reminiscencias de atrás.

 

Es sorprendente.

Es algo innato.Eso le ocurre a mucha gente y mucha gente también se queda en el camino, porque nadie se percata de eso, por eso ahora hay muchas fundaciones que buscan jóvenes promesas para encaminarlos mínimamente, que no se pierda.

 

¿Tienes hijos?

Tengo dos.Los dos sí que en principio hicieron muchas cosas dentro del dibujo de hecho los dos tienen esculturas realizadas en Logroño mucho antes de que yo, pero luego lo dejaron y se fueron por la música, que tiene mucho que ver.El pequeño, que tiene veintitrés años, toca el clarinete, es un músico profesional fantástico. El más grande se hizo músico también, pero luego se realizó como ingeniero industrial y bien, son dos niños maravillosos de esos que has tenido muchísima suerte en la vida, que no temas tenido que preocupar por ellos y que me han enseñado mucho, sobre todo a comportarme y a hacerme un hombre con un poco más de método, porque yo no lo tenía, como buen artista…¡ja, ja, ja…!

 

¿Y tú crees que, con el tiempo, alguno de ellos tomara a tu posta dentro de la tridimensionalidad?

Creo que no.Creo que va a ser imposible, porque la música es el oficio más duro, más caro, más difícil que existe en el mundo, al que más dedicación le tienes que dar.Incluso, una vez que terminas, debes seguir ensayando cinco a seis horas al día, así que difícilmente una persona puede hacer algo más que eso. El otro, el ingeniero, ha descubierto en la ingeniería la gloria, está trabajando muy bien y con los chinos. Entonces, Mac, como ves, difícilmente le entren a lo mío, aunque nunca hay que decir ‘‘de esta agua no he de beber’’.

 

Ricardo…puntos de referencia. ¿Quién fue tu ídolo dentro de la escultura?

Bueno, en principio no hay nadie.Yo empiezo con el minimalismo bastante puro, con la piedra, y luegosí que descubro a Jorge Oteiza, al que considero mi padre, aunque nunca he hecho cajas metafísicas pero sí he sacado referencias inconscientemente. Ahí tengo esa geometría, esa investigación tan profunda del cubo de la esfera, de la armonización que ha hecho él, y lo he seguido hasta el límite de mis posibilidades, mentalmente. Nunca he intentado copiarle, pero sí su espíritu, su filosofía referente, sobre todo a las piezas de acero.

 

¿De dónde era Oteiza?

Es de Euzkadi, del País Vasco Español, y tiene un museo en una localidad que se llama Alzuza.

 

¿Qué te parece esta idea de la Fundación Villacero de armar esta exposición en el MARCO de Monterrey?

Amí me parece magnífica, fantástica, interesante, que es imposible desde cualquier punto de vista, y me encanta principalmente esta especie de comuna artística a nivel casi mundial, vamos a decir…cuatro continentes el poder estar durante tres días con todos y compartir esta experiencia. El tener un catálogo donde queda reflejado que tú estás conjuntamente con personas que tienen una cultura distinta a ti, pero que te pueden aportar muchísimo más que tú, o a lo mejor uno le puede aportar también a ellos en una especie de intercambio mutuo; ojalá se afiance cada vez más.Es una forma de sacarnos de casa, de nuestra armonía, de nuestra vida y de nuestro pequeño espacio de vida o de mundo y que eso no lleva a ningún lado. Por eso creo que será una experiencia muy enriquecedora.

 

¿Entonces nos vemos en Monterrey?

Nos vemos en Monterrey y en donde haga falta.

bottom of page