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Guillermo Mac Lean


Argentina

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Estudió arquitectura en la Universidad nacional de Córdoba, Argentina. Es naturalizado mexicano y radica en Monterrey desde el año 1975, donde desarrolla sus actitudes creativas a través de la fotografía, la escultura y la literatura.

En México se le reconoce como el pionero del arte funcional en el uso del acero.

Es autor del mural más grande realizado en acero en ese país instalado en el Museo del Desierto (Saltillo, México) cuya longitud es de 100 metros.

EXPOSICIONES (Selección):

 

2006 Sala de Arte Sidor; Ciudad Guayana, Venezuela.

2005 ILAFA 46, Caracas, Venezuela.

2001 Museo del Desierto, Saltillo, Coahuila, México.

2002 Gallería Núcleo, Ferrara, Italia.

2000 Museo Nazionale de IÁrchittetura, Ferrara, Italia.

1997-1996-1995 SOFA Chicago y Sofa Miami, Estados Unidos.

1994-1993-1992 Arte Acero Gallery, Monterey, México.

1991 Mesón del Gallo y Bryce Galería, Monterrey, México.

1990 Place des Art`s, Montreal, Canadá.

1989 C.A.Y.C., Buenos Aires, Argentina.

1988 Buckingham Room, Londres, Inglaterra.

1986 Nouveau T. d´Outremount, Montreal, Canadá.

1983 Arte A.C. Monterrey/ I.T.E.S.M. Monterrey, México.

          Galería Olinda y Escuela de Artes Visuales, Monterrey, México.

1982 Capilla Alfonsina, Monterrey/ A.F. Monterrey, México.

          X Bienal de Brno, Checoslovaquia/ A.F. Saltillo, México.

1981 IX Bienal de Varsovia, Polonia/ IV Bienal de Lahti, Finlandia/ Galería Miro y Galería                   Collage Monterrey, México.

1980 Universidad Regiomontana, Monterrey, México.

          Galería Silvestre Revueltas, Monterrey, México.

1979 Galería Antika, Monterrey, México.

PREMIOS (Selección): 

 

1985 “Reussites del Anne 80”, Montreal, Canadá.

1986 “Prix de Merite”, Montreal, Canada.

          “Creativity 86”, New York, Estados UnIdos.

ENTREVISTA

Guillermo es el Director de la Fundación Villacero y desde hace cinco años está involucrado en este proyecto que Julio Villareal Guajardo, presidente del Grupo Villacero de México, le encomendó: la organización de exposiciones en todo el  mundo con artistas que trabajen el acero, para lograr así uno de los objetivos del grupo en lo que corresponde a su responsabilidad social. De esta manera, se intenta mostrar la buena cara del sector siderúrgico, promoviéndole arte en acero. Su vida ha cambiado mucho.Algunos amigos escultores dicen que con esta tarea está construyendo una enorme ‘’escultura social’’. Esto lo dicen en respuesta a sus quejas ‘’de que ya no tiene tanto tiempo para realizar su arte’’. Guillermo viaja mucho y tiene que lidiar con todo tipo de personalidades y egos, pero posee un plus; por ser también escultor, la tarea de comunicación con los demás artistas es más fácil. Ya de regreso a casa, después de cuatro años de viajes por Europa, Asia, África y América, lo tengo frente a mi, como siempre, mirándome desde el espejo… 

 

Mac, ¿Cómo empezó todo  esto?¿De dónde surgió la idea de hacer ésta exposición donde veintisiete países estarán representados por 50 artistas que trabajan el acero, en MARCO?

Bueno, como bien sabes, la Fundación Villacero viene haciendo ya exposiciones en Latinoamérica desde hace cuatro años; hemos organizado muestras de arte en acero en Santiago de Chile, Bogotá, Medellín, Cartagena de Indias, Caracas y Cancún, siete en total, debido al éxito que han tenido esas exposiciones, Don Julio Villareal, presidente de la Fundacion Villacero y CEO del Grupo, me encomendó la pequeña tarea de organizar muestras también en Euro Asia. Hicimos una en Estambul y otra en Hamburgo. Un logro enorme, ya que como bien sabes, no es nada fácil aglutinar a los genios (ríe). Ahora, el conjunto de toda esas exposiciones, que son nueve en total, conforman la muestra que el Museo de Artes Contemporáneo de Monterrey y (MARCO) acoge. 

 

¿Y la idea de realizar el periplo por el mundo? ¿De dónde vino?

Bueno, nació de la necesidad de conocer personalmente a los artistas, intercambiar ideas, aclararles dudas, tomarles fotos en sus talleres, entrevistarlos y armar la logística del envío de las obras. Fue una tarea increíble, claro, beneficiosa desde el punto de vista de acumulación de millas, pero me costó mucho nivel personal. En medio de todo  ese periplo que duró cuatro años, tuve dos operaciones ¡en el mismo mes!, pero no paramos, el objetivo era hermoso. 

 

¿Te encontraste con obstáculos durante esos viajes? 

Bueno, en realidad no, salvo que acabé bastante maltratado de la cervical, imagínate…fueron infinidad de vuelos que realicé en cuatro años.Lo gracioso fue que cuando le comenté a Julio Villareal sobre lo ‘’pesado’’ que sería semejante a mi objetivo, me contesto: ‘’Mac, tu puedes con eso y con mucho más…’’ (ríe).

 

¿Qué percibiste en los artistas que entrevistaste? 

Como habrás leído en las entrevistas, todos están muy entusiasmados y agradecidos con la Fundación Villacero. Algunos hasta me hicieron saber que era como  una especie de  ‘’rescate’’ el que se les invitara, y por supuesto, la idea de exponer sus obras en tan maravilloso museo les fascinó. Conformamos un grupo humano fabuloso, no sólo a nivel de obra, donde tenemos a artistas de un nivel increíble, sino en calidad humana. 

 

Sé que entre el grupo está el ganador del premio de la Bienal de Ube de Japón. ¿quién es? 

Es este magnífico escultor polaco, Piotr Twardowski, que coincidentemente es uno de los más jóvenes de todos los del grupo y, como bien dices, acaba de ganar uno de los premios más importantes después del Henry Moore, el de la Bienal de Ube de Japón. Todo un logro. Es un fabuloso artistas. Apuesto que será uno de los grandes entre los contemporáneos, no tengo la menor duda. Fue un alumno del maestro Tim Scott, a quien también tenemos entre nosotros.

 

A propósito de Scott, ¿cómo surgió la idea de invitas a estos monstruos sagrados?

Bueno, como comento en la entrevista que le hice a Sir Anthony Caro, un día estando en la casa de Pacho Gazitúa en Chile y después de haberlo entrevistado, le pregunté si tenía el email del maestro. Creo que Pancho pensó que me había vuelto loco, pero ante mi insistencia y prometerle que si Tony aceptaba, nos íbamos a Londres a la de ¡ya!, se puso en campaña. Consiguió la dirección, yo le escribí, le conté del proyecto y ocho días después de esa conversación en Chile, estaba sentado frente a Caro entrevistándole y trayendo a México su obra y a él. Tal vez uno de los logros más importantes en todo  este proyecto, sin demeritar que la colección de la Fundación Villacero haya sido solicitada por MARCO. 

 

¿Y cómo estuvo lo de Tim Scott?

Una cosa trajo a la otra.Cuando íbamos a encontrarnos con Anthony Caro,—lo recuerdo bien, fue el lunes 29 de septiembre—viajando en un taxi londinense y ya casi llegando a su estudio, me doy cuenta de que por los nervios me había olvidado mi pequeña grabadora. Aún no teníamos la confirmación de que aceptaría participar en la exposición junto  a nosotros, la idea de la visita era explicarle personalmente todo el proyecto, así que, bueno,…¡y yo, sin grabadora!Me quería morir! Al llegar nos recibieronlos asistentes, el día estaba sensacional, soleado fresco. El acero desparramado en  los patios de su estudio lucía ese naranja óxido tan particular que enamora a cualquier escultor que alguna vez se haya ensuciado las manos con él.En fin, nos recibe y luego luego presiento que aceptaría. No sé, no soy mago, pero era un presentimiento y como yo andaba nervioso me puse a hablar de mi vida, le conté en menos de quince minutos un extracto de mi vida y que estaba haciendo  ahí. Le caí bien, creo, por que era él que me reía : sígale, sígale. Al cabo de media hora, yo estaba convencido de que asistiría. l e hice la entrevista, feíz. Sentía que estaría entre nosotros. 

 

Ah…pero me preguntaste por Tim Scott, bueno, mira …luego , al final de la entrevista, sugiere que invite a Scott, quien fue su discípulo en la escuela St.Martin’s y me lo puso al teléfono. Al otro día tomé un tren a York y de allí a Scarborough, donde en la estación de trenes estaba Tim esperándome bajo una persistente llovizna.Me llevó a su casa en su 4 x 4. Doce kilómetros de ensueño platicando con este increíble amante del acero.Ya ene su cottage, donde a un costado tiene su estudio, su esposa que es una princesa de Sri Lanka, me hizo de almorzar. Lo demás ya viene en la entrevista.

 

¿Tengo entendido que tú también expones?¿De qué se trata esta vez?

Mira, tú bien sabes que cuando uno visita a tantos artistas y ve tantas cosas, se aprende mucho.En mi caso nunca había trabajado con el acero inoxidable y bueno, tenía que hacer algo en ese material, y elaboré dos piezas en homenaje a dos escritores, uno húngaro que es Sándor Márai y otro turco: Yahya Kemal,¿Por qué ellos?Bueno, es que mi gran amor por la literatura, ya llevo dos novelas en mí haber y voy por la terca, que surge precisamente de estos viajes por el mundo, se llama ‘’La conexión’’. Pero  volviendo a la pregunta , en la expo de MARCO el curador seleccionó una pieza en acero pintado titulada El Quetzal que es la obra que expuse en la muestra de Chile en 2006. Claro, retomando lo que te dije sobre las visitas a estudios, que fueron más de setenta en todo  el  mundo, y el conversar con otro tanto de escultores, uno se replantea muchas cosas. Cuando acabe con todo  esto — y me pregunto si será algún día— digo, con esta tarea de organizar exposición por el mundo, voy a volver a mi taller renovado, tal vez comience todo de nuevo o de creo, mejor dicho.Lo que pasa es que después de ver tanto, siento que yo no hice nada, que lo mío es insignificante, pero aquí retomo unas palabras de Caro que dice que ‘’todo es un ejercicio, todo forma parte del proceso y que no hay que arrepentirse de nada’’.Tengo unas ansias enormes de iniciar de cero, pero con la fragua, dejar la soldadora arrumbada unos años.Dos de los grandes me han dado la oportunidad de ir a aprender con ellos.Creo que no desperdiciaré la oportunidad…(sonríe con un gesto de complicidad). 

 

¿A nivel personal, qué te está dejando esta experiencia?

Algo maravilloso, creo que soy un tipo afortunado, he aprendido muchísimo en este período, no sólo de escultura, sino de la condición humana.Claro, después de ver a tantos maravillosos artistas que hacen cosas increíbles, me parece que yo no he hecho  nada aún, como te dije recién.Tengo  el consuelo, y aquí te voy a citar unas palabras de uno de los más grandes artistas escultores de Latinoamericanos, el chileno Sergio Castillo: ‘‘Mac, yo tengo ochenta y dos años…para mí a tus cincuenta y seis eres un niño, tienes tanto tiempo aún por hacer…’’.

Sí, me siento un unió que aún no empieza a hacer escultura, a pesar de que llevo más de dieciocho años en el tema. 

 

¿Tienes hijos, Guillermo? 

Sí, tengo seis. 

 

Bueno, eso es algo excepcional en estos tiempos. 

Soy católico (ríe). 

 

¿Alguno de ellos ha seguido camino?

Hasta ahora mi hija Ariana, quien aparte de ser arquitecta es una maravillosa artista que trabaja el cuero.Los demás no, los ,más chicos de la ‘’segunda horneada’’ no le dan bola a lo mío, creo que han ido a mi estudio una vez al año, no les interesa, tal vez piensen que con un loco basta en la casa, sobre todo  en la mía, en lo que lo único que no es de acero es lo que se enchufa. 

 

O sea…¿Todo está hecho de acero?

Sí, casi todo. Las puertas, las sillas, la chimenea, el portón de la cochera, el comedor, los espejos, los barandales, las defensas de la tapia, mi asador, todo lo que te puedas imaginar lo hice de acero, con mis propias manos.De seguro que mis hijos van a querer una casa donde todo esté amueblado en madera…¡ja, ja , ja! 

 

¿De dónde viene ese talento de cortar con el soplete, tu manualidad? 

De mi padre que era odontólogo y hacía las dentaduras en su taller que tenía en mi casa entre el living y la cocina. Desde que tuve uso de razón lo vi sentado en una silla de fierro color verde ( hice una ‘’suite’’ de la misma que atesoro con mucho amor) moldeando las dentaduras en yeso, luego fabricando las muelas en oro ( o las coberturas de las muelas) . Era un artista con las manos, aparte de que, como era un escocés autoexiliado de su pueblo, nunca salía de la casa y los domingos lo que hacía era enfundarse en su guardapolvo de cirujano y desarmar su Ford A.Recuerdo que lo llevé por primera vez en cuarenta años al bar que quedaba a dos, cuadras de mi casa, cuando cumplió ochenta años. Imagínate el personaje…  

 

¿Dónde naciste, Mac?

En un pequeño pueblo de la provincia de córdoba, en Argentina, llamado Morteros. Cuando nací, el pueblo tenía tres mil quinientas almas, hoy tiene diez mil.Mi papá era el único odontólogo y mi mamá la maestra.Una combinación perfecta, con el detalle de que ella era sevillana. 

 

¡Qué mezcla!

Sí, mira: nací en Argentina, hijo de padre escocés y madre española; a los veintidós años, México me recibe con los brazos abiertos como exiliado. Me rescata de las garras de los dictadores. En 1983 emigro a Canadá y adotpo, luego de tres años de permanencia, la ciudadanía canadiense…en el noventa me regreso casa con una regiomontana. Tengo treinta y tres años en este maravilloso país que me lo ha dado TODO.Soy mexicano por poción y hasta voto.Llevo el nombre de México por todo el mundo con el pecho hinchado y todo el producto de mi cerebro y mis manos es mexicano. AMO A MÉXICO. Me siento orgulloso de serlo e infinitamente agradecido. Es mi tierra, la madre de la otra. 

 

¿Cómo surgió la idea de este libro de entrevistas?

Creo que era esencial, porque en él encuentras los sueños de los artistas, sus vidas, su obra.Es importante conocer el lado humano de los hombres creativos. Me pareció interesante. 

 

Una tarea enorme de recopilación y verificación …¿cómo le hiciste?

Como siempre, me encierro, hago una inmersión de día y días escribiendo y leyendo en voz alta lo que escribo, por lo general en Inglaterra, donde el clima es un desastre y la comida también.El problema es que necesito que nadie hable español a mi alrededor , es una manía. 

 

¿Y a este libro, dónde lo  ‘’armaste’’? 

Pare, en  mi estudio, encerrado y en completo silencio. 

 

¿Seguís dibujando sobre el acero con el soplete?

Sí, aunque después de ver todo  lo que vi, me parece que voy a tener que seguir algunos consejos y dejar que el ‘‘acero me hable, me diga qué hacer’’. Creo que me falta mucho, me falta, por ejemplo, empezar a doblar, empezar a moldear, meterme más con el acero inoxidable, no sé…como te digo, me parece que aún no he hecho nada. Estoy en una permanente contradicción; por un lado, todo este proyecto, que me parece maravilloso, y por el otro, mi obra, mi estudio, mi taller y si a eso le sumas a mi gran amor, la escritura, esta duro el panorama (ríe).

 

¿Cuál es tu sueño en lo que respecta a esta muestra de MARCO?

Bueno, creo que el sueño ya se me realizó y es el haber convencido a Anthony Caro y a Tim Scott de participar en la muestra. Ellos son los dos más grandes escultores del mundo contemporáneo que aún están entre nosotros.Pero si me permitís, puedo decirte que tengo otro sueño, uno más ambicioso y es que toda está colección tenga un espacio, un lugar donde acogerla y que sea multifacético, donde podamos hacer simposios de escultura en acero, donde podamos hacer exposiciones de escultores locales y nacionales, donde podamos seguir con toda esta historia. No quiero que se muera el nene. No quiero quedarme en duela…,la neta. 

 

Bueno, claro, algo debería hacerse con toda esta maravillosa colección; estoy seguro de que alguien escuchará tus deseos y se harán realidad, como casi todo lo que has hecho. ¿O no?

Hummmm…(hace una mueca perspicaz).

 

¿Qué sigue, Mac?

La publicación de la tercera edición de mi primera novela ‘’Desvidas’’, por la Editorial Oriente de Santiago de Cuba, en este mes de febrero y la primera edición de mi tercera novela: ‘‘La conexión’’.

 

¿No te detienes nunca, verdad?

No puedo, me debo a la sombra de un misterioso poder que flota invisible a mi alrededor, todo el tiempo…

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